sábado, febrero 3

El ojo del tigre

Reconozco que no tengo ni idea de boxeo. Hasta aquel momento, entre triste y esperanzador, en el que un Muhammad Ali enfermo encendiera el pebetero de Atlanta 96, para mi no era más que el tipo que se lo había puesto dificil a Superman en un cómic de Neal Adams en 1978. No estoy del todo convencido de aprobar un deporte consistente en partir narices y romper cejas entre pasos de ballet, pero es innegable que las cosas del boxeo tienen su estética. Los cinturones de campeón, los boxers, las gotas de sudor desafiando a la gravedad, los guantes con la bandera americana, Rocky subiendo las escaleras con ese chandal gris jaspeado tan sudado, el eslogan de Charlie (made in hell), Clint Eastwood entrenando a Hillary Swank...
Que la hija del más grande, que renunció a sus títulos para no ir a la ilógica guerra de Vietnam, haya seguido sus pasos entra dentro de la mitología de este deporte. No sé nada de su carrera pero tiene la fortaleza y el gesto de una mujer admirable. Y además me parece una preciosidad. Bravo por ella. El reportaje, en Vogue Sport.

ilove77