Los Juegos Olímpicos de Beijing no han resultado tan exóticos como podían parecer. Al final la globalización unifica gustos y costumbres y si vieron la ceremonia de clausura de los juegos problablemente pudieron reconocer algunos rostros familiares entre el elenco de escogidos asiáticos que amenizaron la velada, musicalmente hablando. Vamos ayudarle a situar a algunos, desmientiendo ese manido tópico de que los chinos son todos iguales.
Lee Hom Wang: este americano de origen taiwanés tiene la friolera de 25 álbumes como cantante, lo cual no deja de tener mérito si tenemos en cuenta que nació en 1976. Aunque generalmente su estilo musical es calificado como R&B, su entrada en la wikipedia asegura que se atreve con el tradicional mandopop, el estilo Broadway, el jazz, el gospel, lo acústico, el indi-pop, el hip-hop y el rap, todo muy influenciado por la música china de la que es un gran estudioso. Pero al público occidental quiza le suene por ser un héroe de la resistencia china contra la ocupación japonesa en la última película de Ang Lee. Allí aguanta el plano al soberbio Tony Leung que es mucho decir.
Rain Bi: Otro artista multimedia. Domina los tres géneros básicos de cualquier artista coreano: k-dramas (seriales coreanos), películas, y grandes conciertos. Él chico ya ha puesto su pie en USA. Ha entrado de mano de los Wachowski Bros. en el mercado americano y, si consiguió sobreponerse a la epilepsia visual de Speed Racer, su rostro le sonará como el del complejo Taejo, que a veces parece malo y a veces bueno. Ahora se dedica a la musculación para estar a la altura en Ninja Assasin, otra de los raritos hermanos americanos que debieron quedar encantadísimos con el chico. En el aspecto muscial es lo no va más. Cinco álbumes, DVDs en directo, macro conciertos, super giras y legiones de fans entregadas. Tanto que por dos veces le hicieron superar a Stephen Colbert en el ranking de las 100 personas más influyentes de la revista Time donde el cómico americano quedó segundo en 2006 y tercero en 2007. Saquen cuentas.
Andy Lau: Este si es un quebradero de cabeza de cualquier aficionado al cine de autor. Andy es el sobrio y contenido intérpete de obras maestras de Wong Kar Wai o de frenéticas cintas de triadas, además del mismo hombre que está detrás de una de las carreras musicales más grandes, exitosas y millonarias de Hong Kong. Un musical de Broadway resulta soso comparad6 con la tramoya que monta en sus conciertos. Para que se hagan una idea de la maginutd del trabajo de este hombre en todas sus facetas, un par de datos: ha participado en unas 100 películas y 300 miniseries, y ha recibido 292 premios a su carrera musical que empezó en 1988, lo que da un promedio por año más que mareante.
Jackie Chan: ¡Ah! ¿Pero que también canta? Pues claro, no solo iba ser un reputado actor de artes marciales, inventor prácticamente de un nuevo género cinemat6gráfico, icono cultural y benefactor de mil causas. No, no, también canta. Y no como algo ocasional y para ceder los beneficios de un tema a alguna causa benéfica, no, tiene 20 discos y canta los principales temas de sus películas para que así lo de productor, escritor, actor, especialista y coreógrafo de escenas de acción se complete y el ahorro de sueldos de personal cualificado vaya directo a beneficios.
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