BAJO LA ESCOTILLA
La segunda temporada arrancó en EEUU con más fuerza. El primer episodio fue visto por 23,5 millones de espectadores. La popularidad de los actores les lleva a las portadas de revistas de moda y de cotilleo. Los paparazzis han desembarcado en Hawai. Los guionistas han introducido nuevos personajes, los supervivientes de la cola del avión que cayeron sobre el mar en otra zona de la isla. Cómo hayan sobrevivido éstos será una línea argumental clara. La escotilla y lo que haya dentro, la influencia que está pueda tener en los esquemas de Locke o en los de Jack, las relaciones entre los protagonistas cada vez más implicados emocionalmente entre ellos, el destino de los tripulantes de la balsa y el secuestro de Walt, conducirán necesariamente esta nueva entrega.
Dimensión Desconocida, La isla del Doctor Moreau, El señor de las Moscas, La isla de Gilligan, o Apocalipsis Now, pero sobre todo, por el suspense y los acontecimientos paranormales, Lost ha sido comparada con dos grandes series: Expediente X y Twin Peaks. Estas decayeron en un final sin sentido, perdiendo el espíritu que aseguró su éxito. Los creadores de Lost aseguran haber aprendido de los errores ajenos y a la hora de afrontar la segunda temporada daban unas normas básicas de obligado cumplimiento: no introducir nuevas preguntas sin responder las antiguas, no perderse en una compleja y rebuscada mitología, y sobre todo centrarse en los personajes. Y es que Perdidos no habla tanto de la isla, de sus monstruos y sus desafíos, como de la gente que se encuentra en ella. El espectador se pregunta en cada capítulo de quién tratará, qué pistas dará para terminar el retrato de una personalidad compleja y nada predecible, que lleva a algunos personajes a extender su carácter a la isla o bien a enfocar su obligada estancia como una auténtica redención. Se enfrentan a sus propios miedos, a los demonios que arrastran, a sus miserias. Lo bueno y lo malo de cada uno se potencia, los enfrentamientos son inevitables, las relaciones entre ellos se hacen más complejas, surge la desconfianza, la intimidad o el amor. Como en un complejo gran hermano donde el espectador cuenta además con información que los personajes se ocultan, los supervivientes se organizan, se dividen, trabajan, crean grupos y líderes, excluidos o automarginados. Ese es en definitiva el gran argumento de la serie: gente normal atrapada en unas circunstancias excepcionales.
La serie permite dos lecturas, la de un espectador casual que disfruta con el argumento y los actores, y la de un espectador profundo que busca la interpretación de cada signo, detalle o expresión. Los libros que aparecen en la serie aumentan sus ventas inmediatamente con el objeto de encontrar respuestas, los nombres de los protagonistas están cargados de referencias filosóficas, literarias e incluso teológicas. Los autores fomentan deliberadamente esta leyenda y podemos encontrar en la web la página de Oceanic Airlines, la del restaurante de comida rápida donde trabajaba Hurley o la del grupo de Charlie, Drive Shaft. Unos desean que detrás de la isla haya algo trascendente y mágico, otros solo quieren que sus personajes preferidos salgan de la isla sanos y salvos. La trama, a diferencia de otras series, debe tener indudablemente un final. Son muchos los que acusan a sus guionistas de no tener diseñado un plan maestro y que estarían improvisando, planteando preguntas que no sabrán responder. Ellos aseguran que todo lo que ocurre pasa por un motivo y que las piezas encajarán intentando no defraudar a nadie. La información se maneja con tal secretismo que ni los propios actores conocen el pasado de sus personajes o cuanto de vida les queda en la isla. Las pistas que llegan desde EEUU hablan de un final de la segunda temporada tan abierto como el de la primera, con lo que necesariamente habrá que esperar a una tercera. Cuánto tardemos en averiguar ese final y el sabor de boca que este nos deje, está en manos del talento de los mismos que lo han dado vida. Lleguemos a donde lleguemos nadie podrá decir que le aburrió el viaje.
El canal Fox estrenó en primicia la segunda temporada de Perdidos el 3 de abril, y se emite los lunes a las 21:30. Más información en www.foxtv.es/perdidos.
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