viernes, septiembre 1

Don´t get lost






El 22 de septiembre de 2004 la cadena norteamericana ABC, relegada en los rankings de audiencia, estrenaba el episodio piloto más caro de la historia de la televisión. Se habían empleado 10 millones de dólares para recrear el momento posterior a la caída de un avión. En un país aún traumatizado por el 11 de septiembre, la acción comenzaba con el caos y la desesperación de un accidente aéreo. Un Lockheed, cuya compra y traslado había costado un millón de dólares, aparecía destruido en mitad de una playa de arena blanca y aguas transparentes, con un motor engullendo a un descuidado superviviente y un ala quebrada amenazando a una mujer embarazada incapaz de salir de su estado de shock.


Con una técnica cinematográfica y unos planteamientos formales alejados del formato de serie de investigación, Perdidos cuenta la historia del grupo de supervivientes del vuelo 815 que en ruta Sydney-Los Ángeles, pierde el rumbo y se precipita sin aparente motivo, sobre una isla desierta en algún punto del océano Pacífico. Lo que se inicia como una película del denominado cine de desastres, pronto evoluciona hacia otra de referencias también familiares, la de la supervivencia en un entorno aislado. Lo que parece ser la narración de las aventuras y desventuras de unos modernos robinsones se transforma en los escasos 40 minutos del primer episodio, en un thriller tensionante, donde el piloto informa que sin motivo se desviaron de su ruta, justo antes de ser destrozado por algo que no podemos ver, mientras parte de los supervivientes toman conciencia de que nadie va a venir a rescatarlos.