domingo, junio 10

La excepcionalidad del fútbol

Hay gente que no entiende que uno quiera que pierda Nadal por ser del Real Madrid. Es la diferencia entre el fanatismo y la aficción. Es complicado. La línea que separa la cordura del desequilibrio mental. Afortunadamente el mal que padecemos muchos está bastante bien aceptado. Y a nadie en sus cabales se le ocurriría exigir que un hombre con la equipación del barcelona pudiera tomarse algo con tranquilidad en la sede social de los ultrasur. Sí, vivimos en un país democrático pero todo tiene excepciones y límites. El fútbol genera y justifica muchas excentricidades y comportamientos de lo más cuestionables. Y no pasa nada. Cualquiera que viera ayer el multipartido entiende que esto es normal porque lo que vivimos ayer parecía escrito por un guionista a sueldo de las plataformas de payperview. Y ya ves. Sueldos millonarios, entrenadores hiperprofesionales jóvenes de ferraris y trajes italianos, dueños de las constructoras más importantes del país, políticos de palco convertidos en símbolos de identidades culturales, periodistas deportivos de jornada completa hartos del fútbol es así, abonados convencidos de pagar el sueldo de los jugadores, y clientes de bar con el cuello tenso de tanto buscar el ángulo de visión perfecto, todos estaban al borde del ataque de nervios.

Y la vida rizó el rizo. Y pobre del que se fuera pronto del estadio por no pillar el atasco. Se perdió la justificación de todo lo surrealista que implica el fútbol. Ayer Tamudo explicó todas las excepciones. Y a Nadal vaya que vaya, pero yo a Carlos Sáinz es que no lo puedo ni ver.


Primer gol de Tamudo minuto 29, 0-1:


Gol de Messi con la mano, 1-1:


Segundo gol de Messi, 2-1 (el Barcelona se ponía líder):


Segundo Gol de Tamudo en el último minuto, 2-2 (el Real Madrid volvía a depender de sí mismo):


Zaragoza Real Madrid: