Aunque estábamos de retiro espiritual y afectadisimos por el terremoto en China (que asco de placas tectónicas), no nos ha quedado otro remedio que salir a apoyar a Rodolfo Chiquilcuatre, a sus chicas y a su temazo el chiqui-chiqui. Y es que a nosotros como a él se nos pone en duda, de hecho se duda hasta de nuestra misma existencia. Y eso es muy duro. La canción es un temazo regatonero, pegadizo, con tono machacón y una letra sencilla pero con mensaje, con estrofas y estribillos que es como nos gustan a mi y a mis primos las canciones. Y si a esa fórmula le añades una coreografía evidente y que hasta una señora de noventa años pueda bailar, has dado con la definición del éxito. Y si no que les pregunten a Los del Río. Así que me alegro mucho por Rodolfo y espero que gane mucho dinero, que le lluevan royalties de los politonos, las versiones, y los remixes, tanto que se pueda retirar plácidamente como Elvis y dentro de unos años todo el mundo se pregunte: ¿qué habrá sido de él? y algún inútil con poca imaginación le diga pues volvió a la comedia con buenafuente... ay, que gente más prosaica...
MONEA; MONEA;
domingo, mayo 25
Chang O Lin sobre los que dudan de lo que ven
Publicado por Tok en 1:09 a. m.
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